1.Su campo de visión es más amplio
El campo de visión es el área que vemos cuando nuestros ojos enfocan un punto concreto. Incluye todo aquello que capturamos visualmente encima, debajo y a los lados del punto enfocado.
Pues bien, los ojos de los gatos recogen un campo de visión mayor, más amplio, que el que percibimos los humanos. Los gatos tienen un campo de visión de 200 grados, en comparación con los 180 grados de las personas.
2.Los gatos ven hasta ocho veces mejor con luz tenue
Los ojos de los gatos han evolucionado para proporcionar a nuestros amigos una gran ayuda durante la caza nocturna. Gracias a la estructura de los ojos de los felinos, nuestros gatos ven entre seis y ocho veces mejor que nosotros en la penumbra.
3.Los ojos de los gatos son más grandes, en comparación con los humanos
Una de las transformaciones más llamativas que la necesidad de cazar, y de prolongar esta actividad durante un mayor número de horas del día, provocó en la mirada de los gatos es el aumento del tamaño de sus ojos. Los ojos de los gatos son muy grandes para la dimensión de sus cabezas, si los comparamos con los humanos.
4. Los gatos ven más borroso de día
Las células receptoras de la luz alojadas en los ojos de los gatos, y encargadas de la visión, también son algo distintas a las nuestras. Aunque tenemos el mismo tipo de células de visión (bastones, para la visión en blanco y negro con luz tenue, y conos, para distinguir los colores con luz brillante), estas no se distribuyen del mismo modo: en los ojos de los gatos dominan los bastones, mientras que en los humanos son más numerosos los conos.
Esta organización les permite ver mejor en la penumbra o semioscuridad, donde los ojos humanos son prácticamente inservibles.
5.Los gatos no ven en blanco y negro
Los gatos no muestran especial interés por los colores. De hecho, la obsesión por el color es poco frecuente en los mamíferos, a excepción de los primates.
Los humanos tenemos en los ojos tres tipos de células cono receptoras del color: rojo, verde y azul. Sin embargo, los gatos, como los perros, carecen del cono rojo, y por eso sólo ven colores como el azul, el verde y el amarillo; mientras que pueden considerarse ciegos para los rojos o rosas.
6. Enfoque difícil de cerca
Tener los ojos tan grandes implica otras dificultades, como la capacidad de enfocar, sus ojos funcionan como un enorme objetivo de cámara fotográfica réflex, más difícil de manejar. En otras palabras: su visión cercana no siempre es tan buena como la nuestra.
Por fortuna, los gatos cuentan con otro inesperado aliado para mejorar su visión cercana: sus bigotes o vibrisas que les dan mucha información de lo que hay a su alrededor.
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